Autor: Alberto Carballo (MBA Deporte)
Se podría decir que el deporte es como un iceberg gigante. La parte visible para la gran mayoría de la gente es, en proporción, menor a lo que se esconde debajo del agua. En el caso que nos atañe, el deporte profesional suele ser el más seguido por norma general, cuando por detrás hay un trabajo tan importante como poco reconocido por la gran parte del público.
Y es que el deporte formativo, situado en la base de la pirámide que se establece en el modelo europeo, supone un sustento básico para los niveles superiores. Pero no solo el deporte base sirve de vehículo de formación de nuevos talentos, sino que es la especialidad más pura y bonita de este noble arte. Valores como el compañerismo, el respeto por el rival, el saber ganar, el trabajo, la superación, la valentía, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad… son los que priman en estas categorías, donde muy pocos jugadores son capaces de alcanzar la élite.
Por ejemplo, en el caso del fútbol, es más fácil que te toque la lotería que jugar en Primera División. Según Albert Serrano (2010), de los 697.195 futbolistas federados que había en España en el año 2007, tan solo 500 jugaban en Primera División. Es decir, un 0,07% de los jugadores con licencia federativa jugaban en la máxima categoría, por lo que, por cada 1.394 jugadores federados en el año 2007, tan solo uno jugaba en Primera División.
Esto tiene que servirnos para concienciar a los jóvenes deportistas de que el éxito está reservado para unos pocos afortunados, por lo que tan importante o más es respetar a tu rival como ser capaz de derrotarlo.
Por este motivo, los dirigentes de los clubes deportivos tienen que entender que, en la medida en la que se destinen recursos y medios a las categorías inferiores, no solo se estará invirtiendo en criar buenos deportistas, sino que también se estarán formando buenas personas.
A nivel deportivo, la apuesta por el deporte base es tan arriesgada a corto plazo como rentable a medio/largo. Arriesgada porque estás destinando unos recursos de los cuales igual no recuperas lo invertido. Sin embargo, si esta apuesta es constante, paciente y decidida, al cabo de unos años se podrá constatar cómo acaba dando sus frutos.
¿Qué se está haciendo en España para fomentar el deporte base? Entre algunos proyectos, el más destacable es el ADB 2020. Se trata de un plan de apoyo al deporte base promovido por el Consejo Superior de Deportes con el que se pretende ensanchar la base de practicantes de los deportes y conformar unas condiciones óptimas para la detección de talentos deportivos y su formación integral, tanto en lo deportivo como en lo académico.
Este Plan ADB 2020 tiene la consideración de acontecimiento de excepcional interés público y cuenta con la colaboración de la Fundación Deporte Joven, las Federaciones Deportivas Españolas y las Comunidades Autónomas. Sin duda, se trata de una iniciativa importante y que supone una fuerte apuesta por el deporte base, algo que se llevaba reclamando durante los últimos años por diversos estamentos.
En conclusión, en la medida en la que se apuesta por el deporte formativo, la inversión tendrá una contraprestación doble, con deportivas cada vez mejor cualificados y que, a su vez, sepan entender cuál es el fin último del deporte en estas categorías. En España se lleva trabajando de forma positiva en cuanto al deporte base, pero todavía queda mucho camino por recorrer para la gran parte del público general vaya conociendo el resto de este gran iceberg que es el deporte.
Referencias
- Consejo Superior de Deportes (2016). Dossier ADB 2020. Madrid: Subdirección General de Promoción e Innovación Deportiva.
- Pérez, G. (2017). Sobre el deporte de base. [online] Deporte Sorolla. Disponible en: http://www.deportesorolla.com/sobre-el-deporte-de-base
Serrano, A. (2010). Es más fácil que te toque la lotería que jugar en Primera División (¡Lo siento!). [online] Crecimiento al cubo. Disponible en: http://albertserrano.com/lo-siento-es-mas-facil-que-te-toque-la
mbadeporte.wordpress.com 